Des(aparición) - Cuento fantástico (en primera persona) basado en un sueño

Salí de la casa para guardar todo el equipaje y encender un cigarro mientras la esperaba. Terminado el tabaco, subí al auto.

Eran las 4 de la mañana del primer día de noviembre. Extraño 2025, hace mucho no vivía un noviembre tan frio, pensaba mientras me ponía la campera. No había muchos autos en la carretera, ni tampoco mucha presencia humana, a decir verdad, no había nadie. Habíamos decidido vacacionar en temporada baja. 

El paisaje era excepcional. La oscuridad delineaba la enorme e intimidante silueta del cerro Uritorco casi tocando las estrellas, me sentía conectado con la naturaleza.

El tiempo siguió pasando y seguí observando. Decidí volver a entrar a la casa, sentía unas vibras extrañas por ahí fuera. Bajé del auto y me dirigí a la entrada. A al menos 5 metros de llegar, sentí un ruido extraño, venia del norte. Me di vuelta.

¿Qué era eso? Parecía un avión, pero, ¿volando tan bajo?, lo veía en el horizonte y poco a poco se acercaba más y más. Hasta que por fin logre vislumbrarlo. Era una nave, pero no cualquiera, era redonda. Aterrizó delante mío, algo me llevo a acercarme, una sensación extraña recorría todo mi cuerpo. Di unos pasos, y la conciencia volvió a mí, o eso sentí, ¿en qué momento la había perdido? Automáticamente la nave despegó y se perdió entre las nocturnas nubes. Estaba fatigado, como luego de un largo viaje, pero sobre todo, anonadado.

Procuré entrar a la cabaña para contarle a mi amada todo lo sucedido, pero cuando entre, algo me atemorizo. Ella no estaba. Busqué por toda la casa sin cesar, pero nada encontré. Opté por dirigirme a la estación de policía más cercana. Se estaba haciendo de día ¿ya había pasado tanto tiempo?

Desesperado llegue a la estación. Conte toda mi situación, me escucharon atentamente y comenzaron a pedirme datos. Extrañamente me preguntaron si sabia en que día estábamos "¿Un oficial no debería saberlo?" pensé. Sin dudar, respondí. Me miraban de manera extraña, hasta que a uno se le dio por preguntarme si estaba bien. Me trataban como un loco. 

Insistí montones haciéndoles saber que era primero de noviembre del año 2025. No lo querían aceptar. Me preguntaron mi nombre, respondí, y en ese instante,
todo cambio.

- Señor, es primero de noviembre del año 2030, 5 años después de los hechos que relata. Usted es el caso de desaparición mas enigmático de la nación. Usted lleva desaparecido 5 años.


¿Estamos solos? No creo.

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